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Medido por el MSCI World Index, desde principios de año las acciones han sufrido una pérdida de alrededor del 20%, menos que durante la crisis financiera que tuvo lugar entre junio de 2007 y marzo de 2009 o durante el estallido de la burbuja tecnológica (junio 2001 – mayo de 2003), que provocaron pérdidas de alrededor del 50%.

Teniendo en cuenta que el FMI cree que este año, en España, la Economía se contraerá lo mismo que en el todo el período de la crisis anterior (2008 – 2012), y que ésta se ha reducido en 3 meses, con pérdidas importantes de ingresos por parte de las empresas, que tendrán muy difícil ganar dinero este año; las bajadas de precios de las Bolsas parecen no haber recogido aún la gravedad de la situación económica.

Hay demasiadas incertidumbres sobre la recuperación económica, ya que la actividad no será completa hasta que no haya vacunaciones masivas. Lo que sí parece claro es que la Economía cambiará, como lo haremos los ciudadanos, y que, como en todo cambio, surgirán oportunidades.

Estas oportunidades, eso sí, serán concretas y no afectarán a todos los sectores económicos, ni a todas las empresas. Por eso, habrá que ser muy selectivo, afectando al sistema más tradicional de reducción del riesgo, la diversificación, al menos temporalmente.

Será muy difícil que, a una empresa de un sector afectado negativamente, le vaya bien. Más que nunca habrá que seleccionar sectores que vayan a tener crecimiento según sea el nuevo paradigma económico.

Los mercados, como indicador adelantado de la Economía, afectados totalmente por ésta, subirán con renovado optimismo, reaccionando a cualquier mínimo dato positivo -empezando por el menor número de contagiados-, pero volverán a bajar en cuanto se den cuenta de la realidad empresarial caracterizada por la caída o desaparición de los beneficios. Los estrategas económicos buscarán algún dato positivo en Asia, en China particularmente, que irá superando las situaciones más críticas de la crisis del coronavirus pero, probablemente, se encuentren con que hasta que no se recupere todo el mundo, literalmente, las economías exportadoras no se recuperarán.

Así que paciencia, visión estratégica y de largo plazo y buena letra.